En la lucha contra el calentamiento global, los gobiernos europeos han llegado a acuerdos para la reducción de la emisión de gases. En pro de este objetivo se ha planteado el cambio del parque automotor y la rehabilitación energética de los edificios. La cual se logra en gran medida si se aísla la fachada de tu edificio.
Aísla la fachada de tu edificio para ahorrar en tu recibo de electricidad
La Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales sostiene que el uso de aislantes en la envoltura de los edificios reduce el consumo energético hasta en un 50%. Propiciando un gran ahorro en la electricidad de los hogares.
De igual manera la ANDIMAT, coincide en que, con el uso de aislamiento tanto en las construcciones nuevas, como en las rehabilitadas, se produce un ahorro energético considerable, que se evidencia en recibo de la energía eléctrica.
Aunque esta reducción es importante para la economía del hogar, es más importante el confort que se genera dentro de las viviendas con el aislamiento. Ya que permite que las temperaturas sean más llevaderas, sin necesidad del uso de aires acondicionados o de calefactores. Y también reduce los ruidos externos.
¿En qué contribuye si se aísla la fachada de tu edificio?
El uso de aislamientos térmicos, logra mayor eficiencia energética en la vivienda proporcionando también aislamiento de los ruidos externos y del fuego. Pues los materiales usados como aislante son en su gran mayoría ignífugos.
Cuando tu edificio tiene aislamiento integral, el calor exterior no penetra en igual medida y habrá menos necesidad de usar aparatos eléctricos de enfriamiento como aires acondicionados y ventiladores. Y, en temporada de invierno, el frio exterior tendrá menos ingreso y el calor interior de las viviendas se conservará, ahorrando energía a los calefactores eléctricos.
La disminución en el uso de aparatos eléctricos como aires acondicionados, ventiladores, calefactores y estufas contribuyen, a la reducción en el gasto de energía eléctrica del hogar. Por tanto se disminuye el uso de combustibles fósiles para la generación de electricidad a nivel nacional.
¿Qué es la rehabilitación energética de las fachadas?
La rehabilitación energética de las fachadas, es la renovación de las paredes externas de un edificio a través del uso de envolturas o aislamientos térmicos, para proteger las viviendas del impacto del calentamiento global.
La instalación de aislamiento en las paredes, ventanas e incluso techos de un edificio, usando materiales de calidad, aislantes del calor, del fuego y del sonido, permite mejorar la eficiencia energética y el confort de las viviendas.
¿Qué materiales se utilizan cuando se aísla la fachada de tu edificio?
Para el aislamiento de las fachadas de un edificio los materiales utilizados comúnmente son los polímeros sintéticos, las lanas minerales, partículas minerales, la espuma de poliuretano, y elementos como corcho, algodón, fibras vegetales y la lana animal, usados poco en la actualidad.
Existe una amplia variedad de materiales aislantes, y de empresas que los instalan. La lana de vidrio, es uno de los más usados. Ya que tiene excelentes propiedades como aislante térmico, acústico e ignifugo. Al igual que los polímeros termoplásticos, como el poliestireno expandido.
También son materiales de gran eficiencia en el aislamiento térmico y acústico, las lanas minerales o lanas de roca y la espuma de poliuretano termoestable o poliuretano proyectado. Así como los aislamientos multicapa.
La elección del material que se use si se aísla la fachada de tu edificio, depende de los costes de cada material. Del área donde se vaya a colocar. Y también hay que considerar la versatilidad, la facilidad de colocación, el peso y el grosor de los mismos.
Características de los aislantes usados cuando se aísla la fachada de tu edificio
Los materiales aislantes usados por las empresas para obras de rehabilitación energética de los edificios, deben poseer ciertas cualidades físico químicas. Características que los hacen materiales idóneos para ese fin.
Esas características son: baja conductividad térmica y acústica, resistencia mecánica y química, flexibilidad y adaptabilidad a diferentes superficies y formas, resistencia a bacterias, plagas y hongos, alta capacidad higroscópica y resistencia al fuego.
Lo que se busca en cada material cuando se aísla la fachada de tu edificio, es que dicho material tenga cualidades ignifugas, higroscópicas, y de alta resistencia térmica. Que proteja la vivienda sin constituir un problema en su instalación ni modificar la integridad estructural del edificio.