Cuando las personas piensan en comodidad y confort, lo primero que mencionan es la temperatura y las sensaciones dentro del espacio. Y es que el clima juega un papel muy importante en el disfrute y el descanso. Con los constantes cambios climáticos a nivel mundial, una manera de crear espacios confortables sin gastar de más es aislar la fachada del hogar u oficina.
Importancia de aislar la fachada
Uno de los aspectos más relevantes a la hora de remodelar o rehabilitar un espacio es la fachada, y para una mayor seguridad y durabilidad de los cambios aplicados, los expertos recomiendan realizar este proceso para mejorar las condiciones del edificio.
Con la expansión del mercado inmobiliario, la protección de los espacios es uno de los aspectos más fundamentales hoy en día. Por lo que un correcto aislamiento de la fachada proporciona una contención de las temperaturas internas y una barrera frente a las externas.
¿Cómo saber cuándo se debe aislar la fachada?
Cuando una fachada no se encuentra en las debidas condiciones de aislamiento, la estructura demuestra signos de estar comprometida. Algunos de los síntomas pueden ser, burbujas de humedad dentro y fuera del edificio, aparición de moho en las esquinas y juntas de la pared, grietas producidas por el cambio extremo de temperaturas, zonas más frías o húmedas que otras.
Aislar la fachada del hogar o la oficina es uno de los primeros requerimientos para el confort de los espacios, gracias a que mantiene la temperatura y permite un mejor disfrute del entorno interior. Cada casa, departamento u oficina es diferente y existe un tipo de aislamiento de fachada para cada necesidad.
Tipos de aislamiento para una fachada
Para cada necesidad o situación existen varias opciones para aislar la fachada, las cuales pueden ir desde protección al clima o temperaturas, hasta el aislamiento acústico, que protege los ambientes de la contaminación auditiva.
Los aislamientos de fachada no solo se encargan de proteger el exterior, también existen instalaciones internas de aislamiento, que permiten atrapar las temperaturas interiores o crear ambientes hipo alergénicos.
Aislamiento de alta resistencia al paso del calor y del frío
Las fachadas con aislamiento de alta resistencia a las temperaturas son las más comunes en hogares y residencias, debido a que son ideales para generar entornos agradables para la convivencia.
Son especialmente útiles durante las estaciones extremas como el verano y el invierno. Debido a que, dependiendo de la instalación del aislamiento (interno o externo), se puede conservar o prevenir el cambio de temperaturas.
Aislamiento a humedad y agua
Otro de los tipos de aislamiento que tiene una alta popularidad en hogares y oficinas es el aislamiento de fachada resistente a la humedad y al agua. Debido a que contiene y protege las paredes, proporcionando un mayor tiempo de vida y seguridad a las estructuras. Son bastante efectivos en épocas lluviosas o ambientes húmedos, debido a la altura.
Aislamiento acústico
Este tipo de aislamiento no es muy frecuente en hogares o residencias. Sin embargo, es más usual en edificios u oficinas cerradas, porque proporciona una división de ambientes y aporta tranquilidad, reduciendo el ruido del exterior. La principal función del aislamiento de fachada acústico es reducir la contaminación sonora en espacios cerrados.
¿Cuál es el mejor método para aislar la fachada?
A la hora de decidirse por aislar la fachada, lo más importante es considerar el objetivo y necesidades que se posee. Esto debido a que existen opciones de aislamiento que permiten combinar 2 o más opciones de protección para las fachadas. Sin comprometer la elegancia ni el estilo del edificio.
La protección de los inmuebles es una de las inversiones más importantes en la actualidad. Y no hay por qué dudar a la hora de cuidar aquello que tanto nos gusta.