De acuerdo con las estadísticas, aproximadamente el 58% de las viviendas que hay en España fueron construidas antes del año 1981. Por esta época no existía una regulación estricta sobre el aislamiento térmico de los edificios, sin embargo, ahora es obligatorio y se da preferencia a un edificio con SATE.
¿Cuál es la diferencia de un edificio con SATE?
La palabra SATE en realidad son las siglas de Sistema de Aislamiento Térmico Exterior. Se trata de una protección externa que sirve para proteger y aislar la estructura del frío o del calor proveniente del exterior.
El fin último de este sistema de aislación, es aprovechar mejor la energía empleada en aumentar la temperatura durante los meses fríos o disminuirla durante los meses calurosos. Básicamente, trata de un ahorro implementado por el Estado para gestionar mejor la demanda de recursos y al mismo tiempo, ofrece una buena solución para los usuarios.
Se estima que una vivienda o edificio restaurado con el SATE puede reducir el consumo de energía hasta en una tercera parte. Esto no solo implica una reducción importante en el importe de las facturas mensuales, también incrementa el valor de la estructura hasta en un 30%.
La disminución de los “Puentes térmicos”
La mayoría de estructuras fabricadas antes de 1981 cuentan con un pequeño defecto conocido como “Puentes térmicos”. Estos puentes, en realidad son zonas que cuentan con una debilidad para mantener el calor de la calefacción o el aire acondicionado.
En otras palabras, se trata de pequeños espacios del edificio a través de los cuales se pierde energía de manera importante. De hecho, aproximadamente del 80% del calor o el frío pasa a través de las paredes hacia el exterior y se pierde la comodidad en el interior del recinto.
En cambio, después de la instalación del SATE se consigue estabilizar la temperatura en el interior de la estructura, propiciando un mejor entorno en temporadas de frío o calor. En un edificio con SATE, este revestimiento ocupa también los puentes térmicos y evita las pérdidas de calor o frío.
Efecto del SATE en el edificio
La instalación del sistema del aislamiento térmico es llevada a cabo por empresas profesionales. Pero es frecuente que surjan algunas dudas en los propietarios y que no contemplen todos los beneficios que supone esta inversión, por ejemplo:
Instalación externa
El SATE no ocupa espacio dentro de la vivienda porque se instala en las paredes del exterior. Es decir, que no es necesario hacer reformas internas ni se reduce el espacio.
Instalaciones sencillas
Instalar el sistema requiere unas cuantas horas y no sé molestará a los vecinos con el ruido. Tampoco es necesario que los operarios entren en la vivienda, intercediendo tu tranquilidad y privacidad.
Revaloriza la estructura
El precio de un inmueble que cuenta con un sistema de aislamiento es superior al de otro que no lo tenga. Sucede lo mismo que con los vehículos que aprovechan mejor el combustible.
Protege la propiedad
El revestimiento del SATE no solo conserva la temperatura en el interior si no que nos protege la estructura de las agresiones externas. De manera que no necesitas invertir tanto dinero en reformas a futuro.
Existen diversos materiales utilizados para hacer el revestimiento del sistema de aislamiento térmico. Los más comunes son los revocos continuos de silano y siloxalanos, hidráulicos de cemento y cal o silicato.
También existen diversas presentaciones en colores y texturas, incluso algunas fachadas diseñadas en cerámica o piedra natural. Todas estas opciones permiten recrear un estilo clásico o moderno de acuerdo con las preferencias del cliente.
¿Cuál es la vida útil del SATE?
La vida útil del sistema de aislamiento térmico depende de la calidad de su diseño, construcción y mantenimiento. En este sentido, tienen menos importancia los materiales empleados para fabricarlo o el sistema de construcción de la casa o edificio.
En términos generales, el SATE es uno de los aislamientos más duraderos y su vida útil puede girar en torno a los 20 años sin mantenimiento adecuado. Con el diseño e instalación apropiada y las medidas de mantenimiento por parte del propietario, su vida útil puede superar los 50 años.
Proteger tu edificio con SATE no solo te permite cumplir con las normativas de las leyes de España. También favorece el valor de tu vivienda y te permite vivir de manera cómoda ante los cambios de temperatura y las estaciones a lo largo de un año dónde las inclemencias del clima pueden resultar muy incómodas.