El frío es una de las sensaciones más incómodas y una de las más difíciles de controlar en casa. Sin embargo, es muy importante aislar nuestras viviendas del frío para evitar gastos excesivos en electricidad y gas, lo que se traduce como facturas elevadas. Hay muchos aspectos que debes proteger en tu casa para evitar el escape de calor, a continuación, encontrarás algunos de ellos.
Ventanas: Un punto crítico para aislar nuestras viviendas del frío
Las ventanas son evidentemente uno de los sitios a través de los cuales puedes perder calor del interior del hogar. El aspecto positivo es que hay distintas medidas que puedes tomar para aislar las ventanas.
Lo primero que debes hacer es verificar si hay fugas a través del marco o de los cristales. Es muy sencillo darte cuenta si utilizas una vela encendida y al acercarla a la ventana descubres que la llama se mueve suavemente.
¿Cómo mejorarlo?
Una de tus opciones es sellar los puntos de unión utilizando silicona. Este producto se vende en una pistola o inyectadora pre llenada y se aplica directamente en el sitio en que se juntan el cerco y el cristal.
También puedes colocar burletes autoadhesivos que son una especie de cinta adhesiva. Esta alternativa resulta más práctica en la superficie lisa, pero debe hacerse con mucho cuidado y atención.
Finalmente, está la opción de utilizar cortinas gruesas con pliegues que ayudan a retener la luz solar. Las cortinas oscuras evitarán que se escape la luz y el calor te ayudarán a mantener un ambiente cálido.
Aislamiento de puertas, evita las fugas constantes
Al igual que sucede cuando abres la puerta de la nevera, cuando abres alguna puerta en tu hogar, experimentas una fuga de calor. Desde luego es muy difícil controlar la pérdida de energía por este medio.
¿Cómo mejorarlo?
Puedes ubicar un cojín en la entrada o un borde en la principal. Estos dos elementos se colocan en el suelo sin necesidad de fijarlo permanentemente. Funcionan adhiriéndose herméticamente y evitando el paso del aire hacia el interior.
Las paredes también se enfrían ¡Protégelas!
Las paredes suelen tener regiones débiles a través de las cuales se pierde el calor y el aire acondicionado. Esto se conoce como puentes y es bastante común en las construcciones antiguas.
Es difícil detectar visualmente los puentes en las paredes, pero puedes percibirlos porque algunas regiones parecen estar más frías en comparación con el resto. Una vez que descubras las partes débiles de las paredes, lo más recomendable es marcarlas e implementar un aislante.
¿Cómo mejorarlo?
Una manera sencilla de aislar nuestras viviendas del frío y cubrir los puentes es colocar friso o paneles de madera. Esta estrategia tiene la ventaja de que puedes aprovechar su aspecto decorativo.
Hay otros elementos que puedes usar, por ejemplo, lamas o láminas que se anclan a la pared, vinilos decorativos o estantes con libros. Desde luego, hay otras alternativas más eficientes como los revestimientos y el SATE.
Suelos: protege tus pies del frío
Los suelos son una de las superficies que más se enfrían durante los meses invernales. Puede que no lo percibas por el uso de los zapatos, pero pueden alcanzar temperaturas muy bajas y molestas para los niños y mascotas.
¿Cómo mejorarlo?
Una de las formas más económicas y sencillas de aislar el suelo es colocar alfombras y moquetas. Debes elegir aquellas más gruesas y de fibras que tengan mucha capacidad de retener el calor, por ejemplo, la lana anudada.
Mobiliario y textiles ¡Todo cuenta!
Aunque no lo creas, los muebles y telas que utilizas en el interior de la casa también pueden mejorar la temperatura y dar una sensación acogedora. A continuación, encontrarás que puedes llevar a cabo en tu hogar:
- Los muebles grandes utilizan tonos oscuros como el marrón y el negro. Absorben mejor la luz y generan más calor.
- Coloca mantas, cojines y fundas sobre el sofá.
- Instala un gran cabecero en la parte superior de la cama.
- Compra ropa de cama que te ayude a mantener una temperatura cálida, como, por ejemplo, las fundas con relleno de pluma.
Aislar nuestras viviendas del frío es fundamental para evitar problemas durante los meses de invierno. Se trata de una tarea que requiere tiempo y planificación puesto que una vez que la temperatura descienda será más evidente la necesidad de calor.