Las áreas exteriores de una construcción se consideran como uno de los factores más importantes a tratar durante el desarrollo de la misma. Ya que, de la calidad de esta y sus materiales, depende en gran medida la sustentabilidad y el rendimiento energético de la edificación. Por tanto, si aún desconoces cuáles son los diferentes tipos de fachadas que puede tener un edificio, a continuación, te detallaremos toda esta información.

¿Qué es una fachada y cuál es su principal función?

Aunque para muchas personas esto puede ser obvio, la verdad es que bien vale la pena describir de qué se trata y cuál es su función esencial. Se dice que, una fachada es aquella pared exterior o cierre vertical que envuelve toda el área del frente de una construcción. Es por ello que, su función esencial es servir como barrera protectora contra los frecuentes cambios climáticos.

Dicho esto, lo más recomendable es elegir de forma adecuada el tipo de fachada, si se quiere una construcción con la capacidad de reducir el consumo eléctrico, que a su vez nos ofrezca comodidad, confort y que cumpla con las normativas impuestas en la localidad de ubicación.

¿Cuáles son los diversos tipos de fachadas que puede tener un edificio?

Ahora que ya conoces lo importante que es una fachada para cualquier edificación, es momento de que comencemos con la descripción de los diversos tipos de fachadas que puede tener un edificio:

1.      Las fachadas ligeras

Se conocen como fachadas ligeras aquellas que se conectan con la estructura de la edificación pero que no hace parte de la resistencia del edificio. Aunque no es un tipo de fachada ideal para el aislamiento térmico y acústico, se puede decir que es muy adecuada para permitir el correcto acceso de la luz solar.

Otra de sus cualidades positivas es que son muy accesibles de montar, incluso en aquellas construcciones de grandes dimensiones. En todo caso, lo esencial es realizar una óptima selección de los materiales para que pueda soportar cualquier tipo de carga que deba sobrellevar. Entre ellas las más implementadas son:

• Fachadas con muro de cortina: la carga de los materiales no ejerce sobre el edificio, ya que estos pasan de forma directa por los forjados de las estructuras.
• Fachadas de panel: con este tipo de fachada la actividad es distinta. Es decir, los materiales se interrumpen en cada área de los forjados. Se dice que la fijación de esta es completamente oculta.

Por tanto, estos tipos de fachadas son perfectas para aquellas áreas donde el mantenimiento energético de la construcción no es una condición de urgencia o las áreas no son tan calurosas o frías.

2.      Las fachadas pesadas

Otra de las fachadas que puede tener un edificio, son las pesadas, en las que se implementan materiales de gran envergadura como, por ejemplo, el ladrillo, la piedra e incluso la madera. Con este tipo de fachadas, se tiene una clasificación que varía de acuerdo a las necesidades de aislamiento térmico que el usuario necesite. Entre ellas tenemos:

• Fachadas prefabricadas: se consideran paneles de un material determinado que, se elaboran en grandes espacios y que son ensamblados directamente en el lugar de la obra.
• Fachadas ventiladas: esta fachada, está compuesta por un muro de soporte, una capa aislante y el material que se elija como revestimiento. Todo esto, deja una capa de ventilación para evitar la condensación y el ingreso de líquidos, que posteriormente ocasionan filtraciones indeseadas.
• Fachadas con sistema SATE: cuando se aplican este tipo de fachadas, se están colocando materiales que envuelven a la edificación y garantizan un adecuado sistema de aislamiento térmico. Actualmente, son las mejores opciones por su utilidad de materiales como el poliestireno expandido, el extruido, el gráfico y lana mineral.
• Fachadas tradicionales: se dice que estas fachadas son las que se emplean con los materiales que todos conocen, es decir, el ladrillo, la piedra, así como la cerámica o la madera.

Con base en todo esto, ya puedes disponer del tiempo adecuado para acudir a los profesionales en la construcción y solicitar una valoración de ese tipo de fachada que quieres tener en tu edificación. Lo esencial es que, la que elijas tenga la capacidad de cumplir tus expectativas.